EUROZONA Y CRISIS DE LA MANO EN ESPAÑA

En este artículo trataremos un tema fundamental en la Economía y la Historia de España como es la entrada del euro y su relación con la crisis de 2008 en España. Para que los lectores se adentren en este tema vamos a realizar una pregunta que nos ayuden a relacionar estos dos conceptos:
¿Nos condujo la entrada del euro en España a la crisis de 2008?

Bueno, nos situamos en el año 1998 dónde en España la divisa de cambio era la peseta y nos encontrábamos en una situación aceptable porque no decir buena, pero fue la entrada en la Eurozona una de las razones que nos hizo entrar en una burbuja de sobrevaloración de los inmuebles con transacciones más altas al precio real de la vivienda, junto a las restricciones en la concesión de solares para construir, la gran emancipación de los jóvenes y la inseguridad jurídica del alquiler.


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                                                                  Fuente: El país


Con la peseta el gobierno tenía el poder a través del Banco de España de establecer sus propios tipos de interés pero fue con la entrada en la eurozona (1 de Enero de 2002) y el control de los tipos de intereses a través del Banco Central Europeo fue cuando llegaron algunos problemas mientras España se encontraba en una de sus épocas de mayor resplendor con su Producto Interior Bruto por las nubes, Francia y sobre todo Alemania se encontraban en una situación desfavorable por lo que el Banco Central Europeo, en vez de subir los tipos de interés para frenar el endeudamiento español, decidió mantenerlos muy bajos para así favorecer a estas dos potencias, es decir, uno de los principales impulsores del aumento de precios en los inmuebles  son las políticas monetarias usadas desde la entrada en la eurozona.
Otro aspecto relevante a tener en cuenta fue el tipo de cambio que se le dió a la peseta con respecto al euro (1 euro equivaldría a 166,386 pesetas), ¿era un tipo de cambio acertado? Muchos expertos sostenían que un tipo de cambio mayor como 180 pesetas cada euro nos haría ser un poco más pobres pero sin embargo mucho más competitivos en el exterior, situación que no parece nada mala. Con el tipo de interés que establecieron cada euro que recibíamos prestado estaba devaluado sin embargo si el tipo de cambio hubiese sido 180 pesetas podríamos haber comprado más cosas. Pero por el contrario la inflación española estaba por encima de la media de la Unión Europea, por lo que cada vez podíamos comprar menos con los euros que nos prestaban. ¿Y si no hubiésemos cambiado al euro, y si hubiésemos seguido con la peseta que situación hubiese deparado a España?

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Bueno, es una situación difícil de imaginar pero la moneda propia española (la peseta) hubiera llevado a tal riesgo de devaluación que hubiera frenado por completo los créditos a España e igual no se hubiera producido la burbuja inmobiliaria, la debilidad de la peseta con respecto a otras divisas nos permitía que las exportaciones fueran relativamente baratas y atractivas de cara a consumidores extranjeros y las importaciones eran caras. Con el euro el efecto peseta desapareció por completo y se empezaron a realizar más importaciones por lo que se empezaron a detectar numerosos desequilibrios en la balanza comercial incluso una situación de déficit fiscal.
Es decir, compartir divisa también puede tener efectos muy negativos, quizás si hubiese estado la peseta se hubiese realizado un ajuste del tipo de cambio nominal para recuperar la competitividad en situaciones de desequilibrio.
 ¿Y si no hubiésemos entrado en la eurozona, hubiésemos entrado en crisis?
 Nunca lo sabremos.

¿Y si hubiésemos cambiado de corbata para la fiesta, hubiéramos ligado más?
La respuesta es... Nunca lo sabremos.

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